La apreciación cambiaria generó durante septiembre un agujero de u$s650 millones en la cuenta de servicios del Banco Central. Según datos del INDEC, el turismo receptivo de extranjeros bajó casi 16% en ese mes, mientras tanto el emisivo, de argentinos que salen del país, subió más de un 30%. El Gobierno asegura que profundizará el rumbo. El combo ya golpea a la actividad y los empresarios del sector señalan que “el sistema tributario actual es insostenible”.

La recesión sigue pegando fuerte en la economía real. Sectores como la industria y la construcción todavía acumulan caídas de dos dígitos, el consumo masivo mostró en septiembre un retroceso histórico del 22,3% interanual y los despachos de combustibles están por el piso.

Pero en Argentina conviven, al mismo tiempo, al menos dos países: el de los datos anteriormente mencionados y el de los ciudadanos que pueden sacar provecho de la apreciación cambiaria para viajar al exterior. Todo forma parte del mismo esquema macroeconómico de sostenida apreciación cambiaria que vuelca incentivos también a la importación de bienes importados en desmedro de la producción local.
 

Dejanos tu comentario