El oro sigue brillando con fuerza en los mercados globales. Este lunes rompió un nuevo récord histórico al superar los u$s3.400 por onza, y este martes cruzó el umbral psicológico de los u$s3.500, acumulando una impresionante suba del 30% en lo que va de 2025. En un escenario marcado por la incertidumbre económica y política, el metal precioso consolida su posición como activo refugio por excelencia.
Según Linh Tran, analista de mercados de XS.com, el alza del oro está impulsada por tres factores principales: la creciente tensión geopolítica, la indefinición de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y la escalada de la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Pero hay más elementos en juego.
Uno de ellos es la debilidad del dólar. En los últimos tres meses, el índice DXY —que mide el desempeño del dólar frente a una cesta de monedas— cayó más del 10%, marcando mínimos no vistos desde principios de 2022. Esta depreciación favorece al oro, ya que lo vuelve más accesible para inversores que operan en otras divisas. Por caso, el euro alcanzó su nivel más alto frente al dólar desde noviembre de 2021.
La demanda sostenida por parte de bancos centrales y los flujos constantes hacia los ETFs respaldados por oro también alimentan la suba.
“En un entorno de baja liquidez, los activos de riesgo quedan expuestos. La percepción de liquidez entre los gestores es la más baja desde la crisis bancaria de 2023, y las asignaciones a renta variable se desplomaron más de 50 puntos en dos meses. Eso tiene un impacto directo”, señala Javier Molina, analista de eToro.
Según Linh Tran, analista de mercados de XS.com, el alza del oro está impulsada por tres factores principales: la creciente tensión geopolítica, la indefinición de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y la escalada de la guerra comercial impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump. Pero hay más elementos en juego.
Uno de ellos es la debilidad del dólar. En los últimos tres meses, el índice DXY —que mide el desempeño del dólar frente a una cesta de monedas— cayó más del 10%, marcando mínimos no vistos desde principios de 2022. Esta depreciación favorece al oro, ya que lo vuelve más accesible para inversores que operan en otras divisas. Por caso, el euro alcanzó su nivel más alto frente al dólar desde noviembre de 2021.
La demanda sostenida por parte de bancos centrales y los flujos constantes hacia los ETFs respaldados por oro también alimentan la suba.
“En un entorno de baja liquidez, los activos de riesgo quedan expuestos. La percepción de liquidez entre los gestores es la más baja desde la crisis bancaria de 2023, y las asignaciones a renta variable se desplomaron más de 50 puntos en dos meses. Eso tiene un impacto directo”, señala Javier Molina, analista de eToro.
Dejanos tu comentario