La fiebre del oro marcó ya un récord de demanda total en el primer trimestre del año al sumar 1.206 toneladas, lo que implica un incremento interanual del 1% siendo el monto más alto desde 2016 para un primer trimestre, según datos de Metals Focus, ICE Benchmark Administration y World Gold Council. Entre los principales actores vuelven a destacarse, por un lado, los bancos centrales que compraron 244 toneladas de oro en el primer trimestre, una desaceleración respecto del trimestre anterior pero cómodamente dentro del rango trimestral de los últimos tres años.

Por otro lado, una marcada recuperación de las entradas de los fondos ETF de oro impulsó una demanda total de inversión que más que se duplicó, alcanzando las 552 toneladas (+170% interanual) siendo el nivel más alto desde el primer trimestre de 2022. También la demanda de lingotes y monedas se mantuvo elevada en 325 toneladas, lo que es un 15% por encima del promedio trimestral de los últimos cinco años. En particular, China impulsó gran parte de este aumento, registrando su segundo trimestre más alto de inversión minorista.

En cuanto a la demanda vinculada con el sector tecnológico, se mantuvo sin cambios interanualmente en niveles de 80 toneladas. Según explican los expertos, la adopción continua de la Inteligencia Artificial (IA) impulsó el crecimiento continuo del sector electrónico, pero la incertidumbre sobre los aranceles crea un entorno complejo para lo que resta del año.

Mientras que la demanda de joyas de oro cayó drásticamente en un entorno de precios récord: los volúmenes alcanzaron su nivel más bajo desde que la demanda se detuvo por el Covid-19 en 2020. En términos de valor, el gasto del consumidor en joyas de oro creció un 9% interanual hasta los u$s35.000 millones

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